A quién no le ha salido alguna vez la oportunidad de comprar una guitarra a un precio de chollo, y ha acabado descartándola por sospechar que podía tratarse de un instrumento de mala calidad.
Pues bien, para que no te veas nunca más en esa tesitura, y para aquellos que quieran aprender a identificar una guitarra de baja calidad, voy a desvelar los secretos que utilizan determinados fabricantes de instrumentos para abaratar costes y producir instrumentos baratos.
En este artículo te voy a dar cuatro o cinco consejos para que puedas identificar en cinco minutos una guitarra de mala calidad.
No quiero dar a entender que debemos evitar comprar guitarras de baja calidad: estas guitarras tienen su sitio (un gran sitio, por cierto) en el mercado de instrumentos musicales, y son muy útiles y necesarias. Son la mejor elección, por ejemplo, si tenemos poco presupuesto o si la queremos como instrumento de batalla (camping, playa, viaje de aventuras…).
Antes de entrar en los detalles organológicos que caracterizan a un instrumento de baja calidad, permíteme señalar dos circunstancias que constituyen, cada una por separado, una razón más que justificada para no comprar una guitarra. Estas circunstancias son:
LA GUITARRA NO QUINTA
Aunque la RAE no reconoce esta acepción, los guitarristas decimos que una guitarra «quinta» correctamente cuando, afinadas las seis cuerdas, es capaz de emitir notas afinadas en cada uno de sus trastes. Una guitarra clásica o acústica «desquintada» tiene muy difícil arreglo, y salvo que sea una guitarra artesanal, no merece la pena meterse en ese berengenal. Este problema aparece por una deformación de las maderas del mástil, de la tapa o de ambas, y es característico de instrumentos de baja calidad o que han sido sometidos a tensiones o temperaturas elevadas.
Comprobar si la guitarra quinta es fácil. Sigue los siguientes pasos en orden:
- Afina la primera cuerda en Mi
con un con un afinador electrónico (329,62 Hz). - Toca la primera cuerda, pisando el traste 12. El número de hercios que marque el afinador debe se justo el doble, es decir, 659,24 Hz. El desvío debe ser cero o como mucho algún cent.
- Repite el paso número 2, pero en vez de pulsar sobre el traste número 12, haremos un armónico en dicho traste. El número de hercios que marque el afinador debe se justo la el doble, es decir, 659,24 Hz. El desvío debe ser cero o como mucho algún cent.
Si la prueba ha ido bien, y los hercios han sido benévolos con nosotros, significa que la guitarra quinta bien.
LA GUITARRA ES INCÓMODA
Sí la guitarra es incómoda de tocar, esto constituye un verdadero inconveniente, porque tocar con ella será un suplicio, y al poco tiempo acabaremos arrumbándola en un rincón.
Si la incomodidad se debe a una altura excesiva de las cuerdas, el problema puede tener solución. Te recomiendo leer mi artículo Cómo ajustar la altura de las cuerdas de una guitarra acústica.
Si la incomodidad se debe a la dureza en el toque, esto también puede tener una solución, montando un juego de cuerdas de menor calibre o de un material más blando. Pero también es verdad que si una guitarra sale dura, esto será una constante que se notará más o menos según las cuerdas que le montemos, pero que estará ahí. Por lo contrario, si es demasiado blanda, habrá guitarristas que por su pulsación firme, por su repertorio o por cualquier otra razón no se encuentren cómodos con ella. La dureza al toque de las cuerdas no es algo que se pueda cuantificar o clasificar como bueno o malo, depende de las preferencias del guitarrista. Pero en el caso de las guitarras acústicas, he tocado algunas que son un verdadero martirio para los dedos, y en este tipo de instrumentos la excesiva dureza destroza los dedos.
Como vemos, la incomodidad en el toque puede tener solución, pero antes de comprar, debemos que asegurarnos de que realmente la tiene.
CARACTERÍSTICAS COMUNES A LAS GUITARRAS DE BAJA CALIDAD
Como sabemos, la tapa es la parte de la guitarra con mayor protagonismo a la hora de producir el sonido. El problema es que las tapas buenas son caras, por lo que los fabricantes, donde primero se ahorran el dinero de una guitarra barata es en la tapa, y pueden conseguir este ahorro de dos maderas diferentes.
Tapa laminada
Normalmente la tapa de una guitarra tiene un grosor que oscila entre 1,2 y 2 mm. Si en lugar de una buena tapa se monta en la guitarra un sándwich compuesto en la cara externa de una lámina finísima (en torno a 0,2 mm) de madera como abeto o cedro y en la interna otra lámina de unos 1,5 mm de chapón o cualquier tipo de madera de baja calidad, obtenemos una económica tapa laminada. Esto empeora notablemente el sonido, pero ojo, no significa que no debamos comprar la guitarra. Solo sognifica que debemos pagar lo que realmente vale.
La identificación de una tapa laminada se hace observando cuidadosamente la boca de la guitarra de canto. Observa la siguiente fotografía de una tapa laminada. Se puede ver una zona central con rugosidades, irregular. En cambio, la parte exterior se ve de madera con mejor acabado. En esta tapa laminada, el fabricante ha maquillado un poco el sándwich, pero en otros casos se llegan a distinguir claramente los diferentes materiales.
Si tienes interés en saber qué aspecto tiene una tapa de madera maciza, mira la siguiente fotografía. Se trata de una buena tapa de cedro canadiense. Se pueden apreciar en la parte derecha que la veta recorre todo el grueso se la tapa. Esta es la clave para la identificación de una tapa maciza: que la veta recorra todo el grueso de la tapa.
Esta técnica del laminado se aplica con mayor frecuencia a los aros y el fondo de las guitarras. Las guitarras de gama media o media-baja suelen tener los aros y el fondo laminado, sin que esta circunstancia afecte demasiado negativamente al sonido, ya que estgos elementos tienen mucho menos implicación en la producción del sonido de la guitarra.
En la siguiente imagen se aprecia un problema no demasiado raro en las guitarras con el cuerpo laminado: la madera exterior (la bonita) del fondo se ha despegado del feo chapón interior junto a la unión del zoque:
Tapa de madera de baja calidad
Los anglosajones tienen un término para definir aquellas especies de madera que tienen características adecuadas para la construcción de instrumentos musicales, ellos las conocen como tonewoods. Las extraordinarias propiedades tonales de maderas como el abeto, el ciprés, el arce, el ébano, el cocobolo o el palisandro ya eran conocidas hace más de 500 años. Las mejores maderas para las tapas de guitarras son algunas especies de abeto, la pícea y el cedro. La caoba y la koa también se usan con éxito en algunas guitarras. He visto algunas buenas guitarras con la tapa de arce, aunque su dureza hace que sea muy poco usada esta madera en las tapas.
Sin embargo, hoy en día se comercializan guitarras con tapas de maderas como el tilo. El uso de estas maderas «raras» es sinónimo de abaratamiento de costes de producción y por ende de guitarras de baja calidad.
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La guitarra modelo Admira Málaga tiene una buena tapa de cedro macizo
Mástil de madera económica
Las mejores maderas para la construcción de mástiles son el cedro, si queremos un mástil ligero, o bien la caoba o el arce si no nos importa tener un mástil algo más pesado.
Desde hace algunos años se vienen utilizando para abaratar costes desde materiales sintéticos a maderas más económicas como la conocida como «nato», que en realidad se trata de varias especies del género mora, como Mora excelsa (Mora) and Mora gonggrijpii (Morabukea). Esta última especie parece tener buenas propiedades, sin embargo, estéticamente deja que desear.
Otra madera económica alternativa para los mástiles es la samanguila o caoba africana, algo más pesada y basta que la caoba, pero con buenas propiedades de estabilidad con el paso de los años.
El cedro se identifica porque tiene una especie de «líneas» o tiras de puntos negros, y el fondo es rojizo. La caoba es similar en tonalidad, pero su veta, aunque también puede tener puntos o líneas negras es más irregular, no tan rectilínea como en el cedro. La samanguila parece tener miles de puntitos negros. El nato es muy variable, al englobar esta denominación varias especies: puede ser desde liso sin veta hasta como la fotografía de abajo.
Diapasón de palisandro o tintado
El ébano es la primera opción como madera para el diapasón de las guitarras, ya que debido a su gran dureza, las uñas no hacen mella en esta madera. Sin embargo es una madera de elevado precio, sobre todo el ébano negro más puro. Una forma de abaratar costes que utilizan los fabricantes es tintar un diapasón de palisandro o bien montarlo directamente de palisandro visto e incluso de materiales sintéticos. El palisandro es un buen sucedáneo del ébano y aguanta bien el paso del tiempo, aunque con los años pueden aparecer marcas debido al uso prolongado.
Si la guitarra clásica que vas a comprar tiene el diapasón de palisandro o tintado, puedes estar seguro de que es un instrumento económico, porque es un elemento en el que siempre economizan los fabricantes. En cambio, si se trata de una guitarra acústica, el diapasón de palisandro no significa nada, pues casi siempre suelen llevarlo de esta madera, incluso las de buena calidad.
La siguiente fotografía es el detalle del diapasón de una guitarra de mala calidad. Se puede ver que la madera de palisandro ha sido tintada para darle un aspecto de mejor calidad, y ese tiente ha desaparecido de algunas zonas con debido al uso. También se pueden ver las mellas que dejan las uñas tras años de uso. Este es generalmente el problema del palisandro.
En cambio, el ébano presenta un aspecto mucho más compacto, y se pueden apreciar unas muy discretas vetas algo más claras. Es difícil identificar el ébano auténtico, pues las técnicas de ebonizado o tintado dan resultados que imitan a la perfeccción esta madera noble. Esta fotografía muestra un diapasón de ébano de gran calidad:
Mecanismos de afinación de baja calidad
Los mecanismos de afinación son el instrumento de tortura más destacado de las guitarras baratas. ¿Te imaginas tener que estar afinando continuamente la guitarra mientras tocas? Esto es lo que ocurre con los mecanismos baratos.
Los mecanismos de afinación económicos son inestables y hacen que tengamos que estar afinando constantemente nuestro instrumento, lo cual es una molestia insoportable. Una de las guitarras clásicas que me acompaña desde desde hace muchos años es una Alhambra 5P, la cual me gusta mucho como instrumento de batalla y estudio. Sin embargo, los mecanismos de afinación que traía de fábrica eran verdaderamente horribles, así que tome la decisión de montarle unos Gotoh de gama media, y el resultado ha sido formidable.
Las guitarras baratas incorporan unos mecanismos de afinación realmente malos, aunque esto es fácilmente solucionable cambiándolos por otros de mayor calidad que se ajusten al instrumento. Pero es dinero que hay que sumar al precio de la guitarra.
En la anterior fotografía podemos ver un mecanismo de afinación de los malos. Hay que evitar este tipo de mecanismos a toda costa, o pasaremos la mitad del tiempo tocando y la otra mitad afinando… eso con mucha suerte. Puedes identificarlos fácilmente porque la pletina que sirve de base es extremadamente fina. También podemos apreciar que los dos soportes donde van sujetados los husillos son muy finos, con lo cual no los sostienen en su sitio.
A partir de unos 50 € podemos encontrar mecanismos de cierta calidad, que mantienen mejor la afinación. En la siguiente imagen puedes ver los Gotoh que le monté a mi Alhambra y que van de maravilla. Fíjate la diferencia de grosor de la pletina que sirve de base y de los soportes de los husillos. Y este mecanismo sigue siendo de gama media tirando para económica:
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Esta guitarra Yamaha se vende mucho en todo el mundo. No tiene la tapa maciza, pero tiene un sonido dulce y muy buena relación precio-calidad
Guitarras de colores
Aunque hay preciosas excepciones, las guitarras pintadas de colores de gama baja son en muchos casos son el resultado de ocultar lo que no quieren que veamos (por ejemplo, una veta horrible en la madera). Desconfía de las guitarras pintadas, de colores llamativos, salvo que sean de marcas fiables. Suelen ser de maderas de muy baja calidad e incluso con partes sintéticas. Un signo de calidad de las buenas guitarras es la belleza de su madera desnuda, en todo caso delicadamente barnizada.
Otros detalles que nos pueden dar pistas
Cuando vayas a comprar tu guitarra, no dejes de echarle un vistazo por dentro. Hoy en día, con la ayuda de los móviles podemos hacer unas fotos del interior o incluso grabar un vídeo, y así vemos la sala de máquinas por dentro. Fíjate cómo es el interior de una guitarra mala en la siguiente foto. Los peones están dispuestos de manera irregular, ¡qué horror!. Y además están pegados con cola blanca de madera, el peor adhesivo que se puede emplear en la construcción de una guitarra, ya que además de antiestético no puede ser despegado con calor en futuras reparaciones.
Cualquier otro elemento tintado o que veas raro puede ser indicativo de abaratamiento de costes, y en el caso de un instrumento de segunda mano incluso de una reparación o modificación importante. No hay que descartar un instrumento reparado, sobre todo si la rotura no ha sido en la tapa, pero lógicamente ya no costaría lo mismo que si estuviera en perfecto estado.
Observa este puente, ¿ves algo raro?:
En efecto, está tintado. Porque está hecho de una madera de mala calidad. Tan mala que la han tintado. La baja calidad se puede apreciar también en las zonas donde se anudan las cuerdas, que están melladas porque no se trata de una madera dura. ¿Qué sentido tiene ahorrar en esta parte de la guitarra, teniendo en cuenta que un puente de palisandro ya hecho cuesta apenas 10 €?
Para quienes no sabéis identificar un puente de calidad, hecho de palisandro, ahí va una fotografía. Observa el refuerzo perimetral de hueso en el cordal, una medida de seguridad para evitar las mellas que hemos visto arriba:
Y nada más, estos son algunos «secretillos» del apasionante mundo de la construcción de guitarras, que con toda seguridad te serán de mucha utilidad a la hora de comprar tu próximo instrumento. Como siempre digo, usa el sentido común a la hora de adquirir un instrumento, y no te dejes llevar por las ganas, que son a veces malas consejeras ¡Suerte con la elección!