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LA HUMEDAD EN LA GUITARRA: CÓMO CALIBRAR UN HIGRÓMETRO

 

 

Controlar la humedad es uno de los factores clave para alargar la vida de nuestra guitarra. Para controlar la humedad es necesario un higrómetro, ya sea analógico o digital. Pero los higrómetros deben ser calibrados previamente para que nos den una lectura correcta.

En este artículo vamos a seguir unos sencillos pasos para calibrar un higrómetro. Lo primero que debemos hacer es localizar el tornillo de la parte posterior que nos servirá para calibrarlo posteriormente. Tenemos dos métodos para hacer el ajuste.

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MÉTODO 1. CON SAL HUMEDECIDA

Este método es sólo para higrómetros analógicos (yo prefiero este tipo), pues los digitales pueden estropearse con la sal.

Necesitamos:

  • 1 recipiente hermético (fiambrera, bolsa de plástico con cierre)
  • 1 taza o vaso
  • Sal
  • Agua

Llena el vaso con sal hasta la mitad. Añade agua a la sal hasta empaparla completamente, pero evitando que el agua sobrepase el nivel de la sal. Luego introde el higrómetro en el recipiente sin que entre en contacto con la sal y ciérralo. Tras unas 8-12 horas puedes abrir y comprobar la lectura del higrómetro, que debe ser del 75%. Si no es así gira el tornillo de ajuste hasta que la aguja marque 75%. Ya está calibrado.

 

MÉTODO 2. CON UN TRAPO HUMEDECIDO

Apoya el higrómetro sobre un trapo previamente empapado en agua y completamente escurrido, teniendo en cuenta que es la parte posterior la que debe estar en contacto con el trapo. Délajo envuelto durante 6 horas. Tras ese tiempo debe marcar el 95%, si no marca esta lectura debes ajustarlo. Ya Está calibrado.

Puede parecer algo irrelevante, pero en realidad el higrómetro es un instrumento económico y de gran ayuda en el mantenimiento de nuestras guitarras.

 

 

 

LAS MADERAS DE LA GUITARRA: LA TAPA

Desde hace siglos, los constructores de instrumentos musicales han seleccionado aquellos tipos de madera que mejores prestaciones han dado a sus necesidades. Maderas como el cocobolo, el palosanto o el abeto se usan desde mucho tiempo atrás; otras como la koa o la caoba tienen una tradición más reciente.

El sonido de una guitarra acústica con caja maciza dependerá de diversos factores, desde el tipo de cuerpo hasta el grado de manufactura empleado a la hora de construir el instrumento. Entre estos factores que afectan al sonido uno de vital importancia es la madera. Unas buenas maderas, adecuadamente secadas, son la base fundamental para construir una guitarra de calidad.

Generalmente es admitido que la tapa de la guitarra es responsable de aproximadamente un 80% del sonido, mientras que el aro y los fondos aportan en torno al 20% restante.

Las maderas para instrumentos musicales se clasifican según diferentes grados de calidad, establecidos según la sonoridad y/o la estética. La clasificación según la sonoridad se aplica a las tapas de pícea y cedro. La clasificación según el criterio estético se utiliza más para los aros y el fondo. Por ejemplo, un juego de aros y fondo de arce plano cuesta bastante menos que otro de arce rizado, y el rizado tiene también una gradación en función del aspecto del dibujo.

El mango y el diapasón son también dos partes cuyas maderas conviene seleccionar con atención. Para los mangos la madera más apropiada es el cedro de Honduras, para el diapasón la mejor es el ébano, seguido del palosanto.

El grado de calidad de las maderas seleccionadas afecta notablemente al precio del instrumento, especialmente en el caso de la tapa, los aros y el fondo. El interior de la guitarra incluye elementos de madera como el varetaje, los peones, etc. La pala también incluye una chapa de palosanto o ébano. El puente puede ser de palosanto o de ébano. Estos últimos elementos no afectan al precio final del instrumento.

 

MADERAS UTILIZADAS EN LAS TAPAS

En Europa, desde la Edad Media se ha utilizado casi exclusivamente la pícea para las tapas de las guitarras y laúdes. Posteriormente se introdujo el cedro canadiense. Sabemos que algunos guitarreros utilizaron esporádicamente el arce e incluso el gran Torres hizo una guitarra con la tapa de pinsapo de la Serranía de Ronda.

Los americanos ampliaron estas posibilidades con varios tipos de abeto locales. También aplicaron a las tapas la caoba, el sapelly y una bellísima madera hawaiana llamada koa.

Vamos a describir brevemente estas maderas y sus propiedades (pulsar en las imágenes para ampliarlas).

Pícea europea

(Picea abies)

 

Crece en los bosques del centro y el Este de Europa. Ha sido la elección desde hace siglos para las tapas de las guitarras, una excelente opción, sobre todo para las guitarras clásicas. Hay muchos grados en función de su estética y propiedades sonoras, siendo las de grado superior la mejor opción junto a una buena tapa de cedro o de Adirondack.

Estéticamente, se busca en la pícea europea (o pinabete) una veta apretada y paralela y el dibujo transversal conocido como «espejo» o «agua». La veta más abierta aporta mejores graves, hay constructores que la prefieren, pero por lo general se usa la veta más fina.

 

Sitka

(Picea sitchensis)

Un tipo de pícea procedente de Alaska y Canadá, es el tipo de madera más frecuente hoy en día en las tapas de las guitarras acústicas. Apropiada para todos los estilos y tipos de toque, desde el más suave al toque fuerte con púa, debido a su amplio rango dinámico. Es una buena elección, aunque entre las píceas es la madera más discreta en cuanto a sonido, ya que destaca sobre todo la fundamental, con pocos armónicos. Esto no significa que una buena tapa de sitka supere a una de pícea europea del grado más bajo, porque se hacen excelentes instrumentos con este tipo de tapas, incluso por lutieres muy prestigiosos. La cuestión es saber escoger una buena tapa.

Estéticamente presenta una veta muy fina y paralela, y una tonalidad más amarillenta que otras píceas americanas, pero lo que más la caracteriza estéticamente es una veta transversal muy visible.

Engelmann

(Picea engelmannii)

 

Una muy buena opción, en Estados Unidos se conoce como European Spruce o German Spruce (aunque no sea la misma madera), lo cual es un piropo a su calidad. Tímbricamente tiene un sonido más a «curado», a guitarra asentada, y unos medios más presentes. Estas características la convierten en una opción superior a la sitka para determinados repertorios y estilos.

Estéticamente presenta un color más blanquecino que las otras píceas, un crema muy pálido, con veta paralela poco marcada. También puede presentar «espejo», sinónimo de calidad.

Adirondack

(Picea rubens)

 

También conocido como Red Spruce, este tipo de madera es uno de los más valorados para las tapas de las guitarras acústicas. Es reconocida su superioridad tímbrica respecto a los otros tipos de abeto americanos (engelmann y sitkka). Es extremadamente fuerte, y su cohesión en el sentido perpendicular a la veta es superior a la del resto de abetos, lo que ha hecho que se utilizara en la construcción de aviones y en las tapas de piano, y también en las guitarras Martin y Gibson de principios del siglo XX. Su legendaria historia, unida a las propiedades tonales, la han elevado al altar de las tapas de las guitarras acústicas, en el que ocupa lugar de honor junto a la pícea europea y el cedro, tanto en prestigio como en precio.

Estéticamente presenta las más veces una veta ancha, de anchura variable y a veces incluso no recta, pero lo que aparenta ser una tapa de baja calidad esconde una gran calidad, que crece en sonoridad con el tiempo, como todas las píceas. Es característico de esta madera el «espejo».

Cedro

(Thuja plicata)

 

El tipo de cedro usado en las tapas es generalmente el conocido como Western Red Cedar, que crece en Norteamérica. Es una madera menos densa que la pícea o el abeto, por lo que aporta un tono más cálido. Genera un excelente volumen al tocar con suavidad, y llega fácilmente a su máximo rango dinámico, por lo que es más apropiado para la sutileza de quienes tocan con dedos que para la energía de los que usan púa. Parece admitido que el cedro no necesita «curarse», a diferencia de la pícea, por lo que la guitarra comienza a rendir al máximo prácticamente desde el primer momento.

Su color es anaranjado pálido, bastante más oscuro que las píceas, por lo que es fácil identificarlo. El dibujo de su veta siempre es muy fino y paralelo, a veces con «espejo» y vetas radiales perpendiculares.

Koa

(Acacia Koa)

 

Al igual que el arce, la koa, un tipo de acacia que crece en Hawaii y que se ha utilizado tradicionalmente en los ukeleles, produce un sonido cristalino, con poca presencia de bajos, y que al igual que la pícea o la sitka, mejora su sonido con el tiempo.

Desde mi punto de vista supera a todas las maderas en cuanto a belleza, aunque puede presentar una paleta de colores y formas de veta realmente sorprendente, desde formas que recuerdan al palosanto de Brasil hasta una veta rizada uniforme como el arce, pero siempre en esos tonos rojizos que la hacen tan peculiar. El inconveniente es que tiene que asentarse un poco para rendir bien en cuanto a sonido, y sobre todo que es una madera cara.

Caoba

(Swietenia macrophylla)

 

La reina de las caobas es la de Honduras, que no sólo crece n este país sino en una zona geográfica más amplia. La caoba se utilizó mucho en las tapas de las guitarras estadounidenses de las primeras décadas del siglo XX, destacando algunas series de Martin. Desde entonces ha sido una excelente opción para tocar blues, debido al sonido característico que produce, con agudos cálidos y un registro medio muy notable. Varios fabricantes como Martin y Recording King fabrican modelos con tapa de caoba.

Su estética es inconfundible, pues tiene un color rojizo oscuro, similar al cedro de los mangos de las guitarras. Las guitarras de caoba no pasan desapercibidas, a mí personalmente me fascinan.

Sapelly(Entandrophragma cylindricum)  

Una madera africana similar a la caoba, se puede decir que en realidad su alternativa económica, con unas cualidades tímbricas muy parecidas, aunque menos valorada porque estéticamente nos recuerda a las puertas del salón de casa (al menos a mí, y a pesar de eso tengo una guitarra con el cuerpo de sapelly con la que estoy muy contento).

Arce

(Acer Pseudoplantanus y otras especies)

Utilizado en ocasiones en las tapas por algunos guitarreros europeos del siglo XIX, lo habitual es su uso en aros y fondos, tanto de guitarras como de laúdes, mandolinas, violines, etc. Se trata de una madera dura, a diferencia de las coníferas, utilizada como tapa, aporta un tono brillante, directo, con pocos bajos. Estéticamente, un arce rizado, ya sea europeo o americano, es realmente una maravilla.