Tradicionalmente, las guitarras archtop de jazz se han barnizado con nitrocelulosa. Este tipo de barniz es un clásico en el mundo de las guitarras eléctricas y acústicas por sus excelentes prestaciones, aunque cada día se usa menos en favor de otros barnices como los de poliuretano o con base al agua.
Cuando afronté el proyecto de construir una guitarra de jazz de 17” y caja ancha, inspirada en modelos clásicos (D’Angélico, Benedetto), decidí que el acabado iba a ser también acorde con la época dorada que iba a reproducir (años 50 y 60). Decidí que iba a llevar a cabo el sellado de la madera con gomalaca aplicada a muñequilla (como si se tratara de una guitarra española) y que las capas de barniz para «dar cuerpo» iban a ser de nitrocelulosa.
He utilizado en este proyecto productos de la marca Nitor Lack, un fabricante de barnices par guitarra de alta calidad. El resultado ha sido más que satisfactorio, por lo que puedo recomendar sus productos sin ningún género de dudas. Podéis consultar su página web en el siguiente enlace: NITOR LACK.
¿POR QUÉ DECIDÍ APLICAR UNA BASE DE GOMALACA?
En primer lugar, porque quería un tono blonde claro, no demasiado anaranjado, y la gomalaca se caracteriza precisamente por tintar la madera de forma suave, y extraer de la misma sus colores, contrastes de veteado y matices más delicados y sutiles. Al ser aplicada la gomalaca a muñequilla, se puede controlar con precisión la cantidad de tinte y el tono que va adquiriendo el instrumento.
La gomalaca es una excelente base selladora para aplicar otros acabados, debido a su extrordinario poder de adherencia. Tal como nos aclara el gran gurú de los acabados clásicos de guitarras americanas Dan Erlewine, junto a Don MacRostle en su libro Guitar Finishing STEP-BY-STEP, publicado por Stewart-MacDonald en 1998:
“shellac is an excellent sealer under lacquer” (la gomalaca es una excelente base selladora para el barniz de nitrocelulosa)
Pero para que la nitrocelulosa agarre bien y sin problemas sobre la gomalaca debemos asegurarnos de que esta última sea descerada, pues de lo contrario, las propiedades de la cera harían que la adhesión de la nitrocelulosa pudiera no ser la adecuada. En mi caso, usando gomalaca descerada Nitorlack, el agarre de la nitrocelulosa ha sido simplemente perfecto.
- Aerosol de 400 ml
APLICACIÓN DE LA GOMALACA A MUÑEQUILLA
Tras lijar y/o acuchillar la guitarra convenientemente, llega el momento de la limpieza y la preparación para el barnizado. Este es un proceso que conlleva varios pasos y no me quiero extender innecesariamente, pero recomiendo al lector que desee investigar más sobre el tema que consulte el libro que acabo de indicar en el anterior apartado, que es una joya.
Para las primeras sesiones de barnizado a muñequilla usé una mezcla de 30 gr de gomalaca disueltos en 250 ml de alcohol desnaturalizado. Para las sesiones restantes, la mezcla usada fue de 60 gr de gomalaca por cada 250 ml de alcohol.
LA APLICACIÓN DE NITROCELULOSA EN SPRAY
Tras el secado de la gomalaca y un muy ligero lijado con lija al agua de grano 800 y 1200, llega el momento de aplicar la nitrocelulosa.
Una de las primeras decisiones que tomé fue la de no adquirir un costoso sistema de pintura compuesto de compresor y pistola. Yo construyo generalmente guitarras barnizadas a gomalaca, y aunque próximamente construiré algunas guitarras acústicas barnizadas a nitrocelulosa, no me merece la pena invertir en un sistema de pintura con compresor o de alta presión.
La solución más adecuada para mis necesidades, un taller pequeño y con técnicas y procedimientos de trabajo muy artesanales y manuales, es el bote de spray. Con dos botes de spray es suficiente para aplicar las ocho manos que le he dado al instrumento.
Antes de comenzar a usar el spray hay que decir que la nitrocelulosa es un producto muy tóxico, por lo que es necesario usar guantes, protección en los ojos y una mascarilla de carbón activo. Además, el proceso ha de realizarse en un espacio bien ventilado.
En cuanto al número de capas de barniz y los tiempos de secado, seguí una mezcla de lo recomendado por Dan Erlewine en el libro citado, lo que sugiere Robert Benedetto en su maravilloso libro Making An Archtop Guitar y lo que me dictó mi sentido común basándome en las condiciones ambientales de Málaga en verano.
En total le he dado a la guitarra ocho capas, con un tiempo de secado de al menos una hora entre capas (generalmente más), y un secado de tres días entre la penúltima y la última capa.
Tras dos semanas de secado (en tiempo de verano seco y muy cálido), he procedido al lijado con lija al agua de grano 800 y 1200. Posteriormente he pulido a mano con un producto abrillantador. En mi caso, no perseguía obtener un acabado con brillo de espejo, por lo que ha sido suficiente con una mañana de pulido a mano.
El resultado ha sido muy satisfactorio. Un acabado aplicado con métodos manuales y spray no va a quedar la primera vez como un acabado de fábrica o aplicado con un potente compresor y una pistola de alta gama en manos de un especialista. Quien quiera conseguir este objetivo en el primer intento se está engañando a sí mismo. El objetivo ha de ser, como siempre en la construcción de instrumentos, un resultado digno, y en este caso en particular un barnizado que proteja la guitarra, le aporte brillo, y que lleve aparejadas las marcas del aprendizaje, y al mismo tiempo nos enseñe qué decisiones nos han funcionado y cuáles lo han hecho menos.
Espero que este artículo os ayude a comprender un poco mejor el proceso de barnizado con nitrocelulosa y gomalaca en un taller pequeño. He intentado buscar soluciones económicas y factibles, y me ha funcionado. Si tienes cualquier duda o sugerencia, ¡deja tu comentario!
- ROMANCE ANÓNIMO: PARTITURA Y TABLATURA PARA GUITARRA - marzo, 2024
- GUÍA PARA COMPRAR UN METRÓNOMO - marzo, 2024
- DÚO ORIGINAL PARA GUITARRAS ACÚSTICAS: AVANNAANI - marzo, 2024