A continuación te voy a dar una serie de consejos para ayudarte a superar esos pasajes difíciles que no te salen en la guitarra. Estos consejos vienen de mi experiencia y de cuatro décadas tocando la guitarra, aplícalos, y verás un cambio radical en tu toque.
1º ELIGE PIEZAS DE TU NIVEL
Esto puede parecer muy obvio, pero lo cierto es que muchas veces elegimos piezas que nos vienen técnicamente largas, y esto puede producir frustración, porque los avances técnicos en la práctica instrumental son escalonados. Hemos de ser conscientes del nivel técnico en el que estamos en la guitarra, y seleccionar las piezas en función de nuestro nivel, incluyendo parte del repertorio de un nivel técnico más bajo para calentar o para interpretar en situaciones más comprometidas.
2º LOCALIZA LOS PASAJES DIFÍCILES
Hablemos de tácticas de estudio ¿Quién es el enemigo? El enemigo en este caso es ese compás o pasaje que no nos sale. Si voy a dedicar media hora a esa pieza hoy, y toco la pieza entera una y otra vez y siempre me equivoco en el mismo sitio, algo estoy haciendo mal.
Tenemos que rentabilizar cada segundo de práctica o estudio con la guitarra. ¿Cómo se consigue esto? Sigue estos pasos en el orden que los indico:
- Interpreta la pieza, identificando la parte o partes donde tienes dificultad técnica.
- Rodea con un círculo el pasaje en la partitura o la tablatura. Si estás tocando de memoria, acota el pasaje interpretándolo varias veces desde donde empieza hasta donde termina.
Estos pasajes marcados en la partitura son aquellos en los que tienes que invertir el 80% de tu tiempo de estudio de la pieza. Los otros pasajes ya te salen, no malgastes tu tiempo.
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3º ACEPTA QUE HAY PASAJES QUE NOS RESULTAN MUY DIFÍCILES
Nos pasa a todos, no te frustres. Hay pasajes que se me han atravesado hace décadas, y que ahí siguen. No pienses que todos los pasajes te van a salir «limpios» a base de estudio, porque eso no ocurre en todo los casos. Lo que sí se consigue con el tiempo es pulir al máximo ese pasaje, y si se nos atraviesa definitivamente, debemos hacer las siguientes acciones, y en este orden:
- Buscar digitaciones alternativas. Esto suele solventar la mayoría de los problemas que nos impiden dominar un pasaje.
- Adaptar alguna/s nota/s. No es lo ideal, sobre todo en el caso de piezas clásicas, pero todos lo hacemos. Hay pasajes en muchas obras famosos por su dificultad técnica. Modificando alguna nota se suelen hacer más llevaderos. En el mundo de la guitarra clásica incluso hay formas de hacer «mal» algunos pasajes de piezas famosas para que suenen mejor que lo que está en la partitura. Un profesor de conservatorio le aconsejó en cierta ocasión a un amigo en clase de flauta travesera, ante una escala trepidante y extremadamente difícil: «que suenen al menos la primera y la última nota».
Estas escalas del Preludio de la Suite BWV 998 de Bach son los típicos pasajes a los que hay que dedicarles una atención especial, y que no siempre nos salen como nos gustaría
4º ENSAYA LA PIEZA ENTERA
Una vez que hemos dado todos los pasos anteriores, llega el momento de poner todos los ingredientes de nuestra receta en la olla y cocinar el plato. Tenemos como ingredientes partes que nos salen del tirón y partes que se nos han atravesado y han requerido de una atención especial. Siempre es así, en todas las piezas. Esto no es una forma especial de trabajar, al contrario, es la forma habitual de hacerlo.
Es el momento de ensayar la pieza, siempre a un tempo más lento que el definitivo, introduciendo las partes complicadas entre las partes más fáciles, de manera que nos salga todo con fluidez.
Conforme vayamos dominando la pieza a ese tempo lento podremos ir aumentando el tempo progresivamente hasta poder interpretarla a su tempo adecuado.
Cuando todas las partes de la pieza están trabajadas por separado, llega el momento de practicar el conjunto, la pieza al completo
5º LOS PASAJES COMPLICADOS LO SON PARA SIEMPRE
Estos pasajes siempre estarán en nuestra lista de «esto puede que no me salga hoy o en tal concierto». Por lo tanto, si forman parte de nuestro repertorio, tenemos que dedicarles una atención especial cuando repasemos estas piezas. Siempre. Porque son los primeros que se nos olvidan, y son recurrentes. Han venido para quedarse, y aunque en muchos casos pasan a la categoría de «cosas que me salen divinamente», en otros se quedan en la de «compás que me fastidia un montón». Lamento decírtelo 😉
Espero que estos consejos te ayuden a mejorar, incluso superar los pasajes que no te salen en la guitarra. Pero recuerda, la primera clave es elegir un repertorio que podamos abordar técnicamente.
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