Hace 40 años, quien tenía una Martin o una Gibson en España tenía un tesoro. El precio que se pagaba por estos instrumentos era realmente alto es este país. Las guitarras americanas eran el paradigma de la máxima calidad. Nada podía compararse a estas marcas, aunque había sucedáneos europeos como Eko o Hofner (con algunos modelos de gran calidad). Sólo afortunados músicos profesionales podían acceder a estos valiosos instrumentos, y en muchos casos ni siquiera los profesionales, a los que no era raro ver con instrumentos de más baja calidad.
Afortunadamente, hoy en día los precios de las guitarras han bajado mucho. Seguramente la abundancia de fabricantes, la entrada en juego de procesos de fabricación automatizados y el desarrollo de fábricas en Asia son los factores que han propiciado la «democratización» económica de las guitarras. Hoy todos podemos tener una Martin o una Gibson, e incluso por mucho menos dinero de lo que cuestan las guitarras de estas marcas podemos tener un instrumento chino de calidad muy similar a un precio de risa.
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Pero detrás de este evidente beneficio para nosotros como guitarristas hay latente una gran injusticia social, tanto para los trabajadores de las empresas americanas como para los de las empresas chinas. Para las empresas de EE.UU., país que no brilla por la cobertura social de los trabajadores, la competencia china supone una competencia desleal, ya que basa su comptetitividad en unos precios obtenidos con la aplicación de unas condiciones laborales inaceptables en países democráticos y avanzados (como el nuestro) para producir a muy bajo coste.
Yo tengo guitarras chinas, y me parece digno de elogio el proceso de reciclaje en calidad que han hecho en este país, pero ya va siendo hora de que se vaya abriendo paso allí la democracia, y que entre cosas más importantes traiga unas condiciones laborares aceptables para los trabajadores de aquél país, aunque las guitarras nos cuesten más caras. Las pagaremos con mucho gusto, siempre que podamos.
También en EE.UU. (no meto en este saco a Canadá porque allí sí tienen gamas de guitarras buenas y baratas) se deberían poner un poco las pilas, y fabricar a un precio más razonable, quitando del mercado esas series medias de guitarras que ya no están hechas ni de madera. no se pueden pedir 700€ por una guitarra laminada o medio de plástico.
Tampoco meto en este saco a los fabricantes españoles, que evidentemente cuidan a sus trabajadores y producen unas guitarras cuya relación precio-calidad es realmente muy competitiva.
En un escenario ideal, los trabajadores chinos deberían tener mejores condiciones laborales y las empresas estadounidenses deberían abaratar sus costes de producción. Esa sería la verdadera «democratización» de los precios de las guitarras.
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Esperemos no encontrarnos con salarios «chinos», la cosa pinta solo regular.
En el tema de las guitarras hechas en China, el día que al final de la cadena de producción se realice un buen control de calidad…..que se pongan a temblar los americanos.
Totalmente de acuerdo, pero ten en cuenta que el control de calidad chino ya es bueno en muchos casos. Mira el ejemplo de la Guild GAD-50, hecha en China.
Hace poco he comprado una Eastman E20OM (china) y estoy sorprendido por la calidad de su construcción, además de poseer un gran sonido, en mi humilde opinión.