A PRUEBA: GUITARRA ACÚSTICA RECORDING KING RO27, UN CLÁSICO REENCARNADO

 

Tras leer en varios foros dedicados a la guitarra acústica fervorosos elogios al sonido y las buenas cualidades de las guitarras Recording King me vi afectado por algo que a muchos de vosotros habéis padecido (no digáis que no): un ataque de G.A.S. (Gear Acquisition Syndrome). De ahí que me pusiera manos a la obra. Primer paso, consultar catálogos del fabricante , donde pude comprobar que los modelos que ofrecían para zurdos no se ajustaban a lo que yo buscaba. Paralelamente, en una tarifa de precios vi que casi todos los instrumentos reflejaban opciones para zurdos pero ¿se podían comprar realmente estos modelos? Buscando me topé en una tienda de instrumentos inglesa con una guitarra de este fabricante para zurdos que en catálogo sólo aparecía en la opción de diestros, concretamente el modelo RO27-L. Por las características que reflejaba el catálogo comprobé que se ajustaba muy bien a lo que buscaba.

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Tras confirmar con la tienda que efectivamente se trataba de un modelo para zurdos, no quise perder la oportunidad de adquirir este instrumento, ante la dificultad que supone para los zurdos encontrar una guitarra de estas características (maderas macizas y caja 000 ó OM) a un precio tan barato (menos de 480 €, envío UK-España incluído y sin estuche).

El modelo en cuestión, con caja 000 (muy similar a una OM) está basado según el fabricante en guitarras americanas de la década de 1930. Me atrevería a afirmar que guarda una gran similitud con guitarras Martin, sobre todo con los modelos 000-21 (1938-1959) y 000-28 (1924-hasta hoy) seguramente por esta inspiración la gama en la que se encuadra ha sido denominada Classic Series II. Esta característica ya apunta al tipo de música en el que este instrumento se mueve más a sus anchas, ya que tanto su sonido como sus características, como veremos a continuación son de gran personalidad.

 

 

Diseño y materiales

El fabricante asegura que esta guitarra está hecha a mano y que tiene una manufactura impecable. Y tanto por las trazas de herramientas que hemos encontrado en su interior como por el resultado sonoro creo que la primera afirmación es completamente cierta, al menos en los procesos que más influyen en el sonido.

La guitarra está construida, como es lógico en un instrumento hecho a mano, con madera maciza. Las diferentes maderas empleadas en la construcción son de diferentes calidades. Destacan por su buena calidad la tapa de abeto Engelmann de grado AA y el mango de caoba. Los aros de palosanto también presentan una buena veta, aunque el palosanto del fondo no es estéticamente el mejor que he visto. Cierto que la estética no le afecta al sonido, pero sí, como su nombre indica a la belleza del instrumento.

En la imagen de la izquierda se puede apreciar la veta del fondo de palosanto, cuyas dos piezas sí están emparejadas. Se puede apreciar que la veta no es recta y que presenta unas trazas transversales que, en el caso de los palosantos de India o similares, corresponden a una madera de gradación inferior (esto no es palosanto de Río, en el que la veta con dibujo exclusivo dispara el precio del corte).

 

El diapasón es de palosanto ligeramente oscurecido con un tinte y no está perfilado. Opino que en un instrumento de esta gama, un diapasón de ébano es como la guinda que corona el pastel, aunque implique un pequeño incremento en el precio final. No es un detalle que afecte al sonido, y no queda mal,de hecho a mí me gusta, pero el ébano aguanta mejor la abrasión de las uñas y estéticamente es superior. En la siguiente foto del diapasón se pueden apreciar el buen trabajo en los trastes y los puntos guías de abalone, al muy clásico estilo de “cristales de nieve”. Podemos apreciar también las trazas de herramienta en el canto del diapasón que se corresponde con la primera cuerda.

La cejuela y el hueso del puente son realmente de hueso. El puente es de corte clásico, similar al que llevaban algunas Martin antes de los años 60, aunque con el hueso más corto, en la línea de una Martin 000-28 actual. Está construido en palosanto teñido de negro y los pines son sintéticos y de color blanco, con un punto insertado de abalone.

 

Dos detalles que no me agradan estéticamente son que se ha aplicado un tinte o barniz oscuro sobre todo a los aros (lucen casi negros) y en menor medida al fondo, y el excesivo brillo del acabado. Esto le da una estética que desmejora el instrumento y lo encuadra visualmente en una gama inferior a la calidad que realmente tiene. La imagen inferior se ha tomado a pleno sol, en el interior los aros se ven prácticamente negros.

 

En cambio sí se han incluido detalles que le aportan un plus de calidad al instrumento como el remate en forma de diamante de la unión mango-pala o las clavijas butterbean. La pala, de color negro, tiene el clásico corte del fabricante, e incluye la marca y un logotipo de mareperla.

 

La boca tiene un diseño sobrio pero equilibrado, realizada en material acrílico de color blanco y negro y sin nácar ni concha alguna. Es una copia de la boca de la Martin 000-21 (1938-1959), que ha sido utilizado en muchos instrumentos por el fabricante americano, incluso en la actual 000-28. Me gusta el aspecto que le da al instrumento, nunca he sido muy dado a excesos de decoración y esta boca está muy conseguida a mi entender, aunque no sea de madera como la original.

 

El fileteado es de material sintético, con seis filetes internos negros y blancos que se alternan y se rematan en un filete más grueso exterior de color marfil.

 

En cuanto al interior, el varetaje tiene la clásica disposición en X con los extremos rebajados a mano, al igual que el resto de las barras de la tapa y el fondo, lo cual afecta crucialmente al resultado sonoro, pues se busca conseguir con ellos unos buenos graves y unos agudos cristalinos dependiendo de dónde, cómo y cuánto se rebaje. Como detalle de este esmero en el interior apreciamos una tela encolada en la intersección de las dos barras cercanas a la boca, siguiendo la tradición de las guitarras Martin de las primeras décadas del siglo XX. Esta es una más de las técnicas de construcción de laúdes y vihuelas que han pasado a la guitarra. Se aprecian también marcas de cepillo y de formón en las barras transversales del fondo, lo que confirma que el interior ha sido cuidadosamente trabajado a mano.

 

La manufactura del instrumento es muy correcta, con algún que otro pequeño defecto que queda minimizado por el precio realmente económico de la guitarra. Por ejemplo, he apreciado alguna mancha de cola (ver en la fotografía de la boca la zona derecha en la unión con el mástil) y algún minúsculo desperfecto en la tapa, si bien estos pequeños detalles no me suponen un inconveniente, los reflejo porque no todos tenemos la misma permisividad al respecto. Hay que tener en cuenta que al precio que se pone la guitarra en el mercado, y estando hecha a mano y con maderas de calidad, no se puede pedir más, para mí es un logro absoluto.

 

Sonido

Al recibir el instrumento no tuve la paciencia de cambiarle las cuerdas y estuve unos días tocando con las cuerdas algo oxidadas que traía de fábrica, y la verdad es que me quedé sorprendido con el sonido. O para decirlo más claramente: muy, muy sorprendido. Parece ser que el sonido de las guitarras con tapa de abeto crece con el tiempo y el uso, yo no quiero ni pensar cómo va a sonar esto en un futuro, porque a día de hoy ya es un cañón.

El cuerpo 000 produce unos bajos más que buenos (imagino que el palosanto tendrá algo que ver en esto) y un registro medio fabuloso. De los agudos se encarga la combinación Englemann-palosanto con una eficacia exquisita. Los primeros días que toqué esta guitarra tuve que parar alguna que otra vez pues pensaba que había algo como una campana muy aguda sonando en la casa, pero poco a poco me fui percatando de que la campanita estaba dentro ¡y como tintinea!

En resumen: recién sacada de la caja ya tiene un sonido muy potente, con graves muy buenos, medios «añejos» y agudos cristalinos: una verdadera maravilla. Incomparable a algo que yo haya escuchado por ese precio.

 

Comodidad

Cuando saqué la guitarra del embalaje pude comprobar que el ajuste de fábrica era muy bueno, no tuve que tocar ni la cejuela, ni el hueso del puente ni el alma. Lista para tocar. El trabajo en los trastes es muy bueno, los extremos bien rematados, y todos los trastes bien asentados, sin embargo el traste número 16 cerceaba en la primera cuerda. Nada que no se pueda solucionar con un pequeño ajuste.

Al igual que la Martin 000-28, esta guitarra es de tiro corto (63,2 cm – 24.9”), pero no es blanda. Aunque suena mucho y bien, su mejor expresión no se consigue simplemente rozando las cuerdas. La cejuela de 44 mm (1-3/4″) es muy ancha, comparada con otras guitarras acústicas. Aunque la diferencia parezca poco, en el caso de una guitarra acústica, que tiene las cuerdas agudas más finas, hace que haya espacio, bastante espacio entre cuerdas. Esto la convierte en candidata para tocar con uña (fingerpicking) ya que los dedos tendrán en consecuencia mayor espacio en la zona de pulsación junto a la boca.

Había leído en los foros de guitarra acústica algunos comentarios sobre los mangos en forma de “C”, “D” y “V”, sin embargo para mí no era un factor de peso a la hora de escoger un instrumento. Esta guitarra tiene un mango en forma de “V”, lo que quiere decir que la mano izquierda, al coger el instrumento no se encuentra con una curva suave como ocurre en los mangos con forma de “C” o “D”, sino con un vértice más pronunciado. Yo también toco instrumentos como el laúd renacentista y el laúd barroco, y he tenido que adaptar mi mano a diferentes mangos “incómodos”, por lo que he lidiado el toro sin sorpresas, pero es conveniente prevenir de que este instrumento no es para el principiante, ni mucho menos. Si no estás seguro de ser un guitarrista adaptable a la forma del instrumento no te compres esta guitarra, porque dista de tener las medidas del mango estándar. Dicho esto confieso que a mí me encanta la forma del mango y me encuentro muy cómodo con él, y que prefiero con diferencia estas proporciones, sobre todo el ancho de la cejuela.

La forma de la caja se adapta como la seda al tocar sentado, algo que se hace realmente difícil con instrumentos de caja mayor. Es un instrumento ligero y manejable.

 

Conclusión

No puedo estar más impresionado con el instrumento, teniendo en cuenta el precio que tiene. Evidentemente es la consecuencia en gran medida del precio de la mano de obra en China, país donde fabrica Recording King sus instrumentos diseñados en EE.UU. Ya hacíamos referencia a la calidad que han alcanzado los instrumentos chinos cuando reseñábamos un resonador de esta misma marca, y aquí tenemos que rendirnos nuevamente ante la evidencia.

Yo hubiera cuidado un par de detalles, como el acabado aplicado a los aros y fondo, también hubiera exigido algo más del control de calidad, ya que las minúsculas imperfecciones pueden dar mala impresión a alguien más exigente que yo. Con estos detalles el instrumento pasaría a una liga superior, ya que el sonido es soberbio y la solidez de la construcción parece igualmente de primera. Pero creo que el fabricante ha optado por establecer entre esta gama y las superiores una diferencia no sólo de calidades sino también de acabados, por mínima que sea. Es lógico pensar que los mejores artesanos de la fábrica estén haciendo los instrumentos más caros. Conviene aquí insistir en que hablo de detalles menores.

Es un instrumento con personalidad, destinado sobre todo a guitarristas con cierta experiencia y adaptables a guitarras de otras medidas diferentes a la estándar. No la considero una guitarra para principiantes. Su repertorio más idóneo es el blues, el rag, y estilos similares de la época en la que fue diseñado, pero igualmente puede ser una bomba en manos de un cantautor con personalidad o en un grupo de rock.

Esta es mi valoración, como siempre teniendo en cuenta el precio del instrumento.

 

No puedo más que pensar cómo será la gama alta de este fabricante. Felicito a Recording King por poner en el mercado este producto a este precio. Si quieres ver el instrumento en acción puedes ver este vídeo:

 

 

Especificaciones

 

Cuerpo 000
Tapa Abeto Engelmann AA
Aros y fondo Palosanto macizo
Mango Caoba de 1 pieza
Diapasón Palosanto
Puente Palosanto
Varetaje En X
Sección del mango En V
Unión mango-caja Dovetail
Longitud vibrante 63.2 cm (24.9
Ancho de cejuela 44 mm (1-3/4
Acabado Brillo
Trastes libres 14

 

Juan Carlos Ayala

7 comentarios sobre “A PRUEBA: GUITARRA ACÚSTICA RECORDING KING RO27, UN CLÁSICO REENCARNADO”

  1. Gracias por la informacion, pensaba comprarne una rd-126-fe2 y ahora lo tengo claro, creo que es una buena guitarra, ya que comprar sin probar es arriesgado.GRACIAS

  2. Enhorabuena, maestro. Joder macho cómo suena esta 000. 480 euros??? Me parece una oportunidad increíble. Para lo que cuesta y teniendo en cuenta no sólo su sonido sino su construcción en general, es una auténtica delicia, una tentación, vamos. Te has colgado el atuendo de Missisippi Blues, eh??? así me guste, cuando uno coge una 000 es lo que se presta. Te faltó el lazo de bluesman, pero ha estado genial. Gracias por tanto trabajo y dedicación, nos enriqueces a todos. Un saludo!!

    1. Gracias por tu comentario. 480 inluido (creo) el recargo por ser zurda y el envío desde UK. Sobre el Mississipi Blues ¿qué te puedo decir? como dice el refrán, «la cabra tira al monte», y a mí el blues me pierde. Por cierto, me tienes que explicar lo del lazo de bluesman (?)

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